Por Redacción
Miquihuana, Tamaulipas.- Las denuncias contra la administración de Gladys Vargas Rangel, alcaldesa de Miquihuana y su esposo, presidente del DIF municipal, han ido en aumento debido a una significativa deuda con proveedores que financiaron su campaña electoral.
Según los testimonios de estos proveedores, la deuda ha permanecido sin saldar desde que la alcaldesa asumió el cargo, generando desconfianza y creciente descontento entre los empresarios locales.
«Solo ganaron la elección y ahora se esconden, se culpan mutuamente y no cumplen con sus compromisos», señaló uno de los proveedores afectados, quien solicitó permanecer en anonimato por miedo a represalias.
Estos empresarios afirman que, a pesar de haber brindado apoyo económico durante la campaña electoral, no han recibido el pago por los bienes y servicios que prestaron.
Además, denuncian que tanto la alcaldesa como su esposo han evitado abordar el tema, asegurando que no cuentan con el dinero necesario para cubrir las deudas.
Esta situación ha afectado la relación entre la administración de Vargas Rangel y los negocios locales, lo cual podría tener un impacto negativo en la imagen pública de la alcaldesa y su credibilidad frente a la comunidad.
Hasta el momento, la administración de Vargas Rangel no ha emitido un comunicado oficial sobre las acusaciones.