Prevenir Antes que Alarmar
Por: Juan José Ruvalcaba
Cada invierno la influenza regresa y cada año el miedo se renueva con nombres nuevos. Hoy se habla de la influenza A H3N2 y de supuestas supergripes que circulan con fuerza, sobre todo en redes sociales.
Conviene poner los pies en la tierra. No estamos ante una nueva pandemia, pero sí frente a un virus estacional con alta capacidad de contagio, especialmente en contextos de movilidad intensa.
Nuevo Laredo vive justo eso. Cruces diarios, reuniones familiares, paisanos que regresan, compras, fiestas y espacios cerrados. Todo lo que hace más humana la temporada también facilita la transmisión.
La influenza no es una simple gripa. Puede complicarse en adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, niños y mujeres embarazadas.
Por eso la vacunación sigue siendo la herramienta central. No evita todos los contagios, pero reduce la gravedad, hospitalizaciones y saturación de servicios médicos.
Hablar de supergripes sin datos solo genera alarma. Lo responsable es reconocer lo natural del ciclo invernal, reforzar medidas básicas, acudir a vacunarse y no minimizar síntomas.
En una ciudad tan móvil como la nuestra, prevenir no es exagerar. Es sentido común.


