Pluma Digital

15 Dic 2025 | Opinión

Entre luces y realidades

Por: Juan José Ruvalcaba

Nuevo Laredo entró de lleno en el ánimo decembrino con el desfile navideño, un evento que volvió a reunir a familias completas en el centro de la ciudad, confirmando algo que a veces se pierde de vista: la necesidad colectiva de espacios públicos vivos, seguros y compartidos.

Más allá de la logística o los detalles de organización, el desfile cumplió su función principal: recordarle a la ciudad que sigue habiendo comunidad, incluso en tiempos de presión económica y política.

Este contraste —luces navideñas por un lado y realidad cotidiana por el otro— define bien el momento que vive la ciudad: celebración contenida, ánimo prudente y atención puesta en lo que viene. La frontera no se detiene, pero tampoco se desconecta del contexto.

Y justo ahí, al final del fin de semana, la realidad volvió a imponerse con crudeza.

El fallecimiento de Juan Guillermo Mansur Arzola, director general del Instituto Tamaulipeco de Becas, Estímulos y Créditos Educativos (ITABEC), en un accidente carretero ocurrido en la vía San Fernando–Matamoros, sacudió al ámbito educativo y al aparato estatal.

Su muerte no solo enluta a una familia y a una institución, sino que inevitablemente generará movimientos administrativos y políticos en un área sensible para Tamaulipas: la educación y los apoyos sociales.

Así es el cierre del cuadro: una ciudad que celebra y una agenda pública que no se detiene ni en diciembre. En Nuevo Laredo, incluso en temporada de luces, la realidad nunca se va de vacaciones.

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