“Ineptitud capitalina” exhibe al Sistema Estatal Anticorrupción de Tamaulipas

21 Jun 2025 | Opinión

Ciudad Victoria, Tamaulipas.
La falta de capacidad y liderazgo del actual Secretario Técnico del Sistema Estatal Anticorrupción de Tamaulipas, Félix L. Velasco Arévalo, volvió a quedar en evidencia durante la más reciente sesión de trabajo convocada por esta instancia, dejando en claro que su permanencia en el cargo no solo es cuestionable, sino preocupante para el buen funcionamiento de las instituciones públicas.
En el marco de dicha reunión —convocada con amplia anticipación y elevada expectativa por el propio secretario— asistieron figuras clave del aparato estatal: la Contralora Gubernamental, el Fiscal Anticorrupción, el Presidente del Tribunal de Justicia Administrativa, y el actual Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Sin embargo, lejos de desarrollar un ejercicio institucional de deliberación y toma de decisiones, la sesión se tornó en un espectáculo de improvisación, nerviosismo e inexperiencia.

El responsable del Secretariado Ejecutivo no solo omitió someter a votación los puntos del orden del día, sino que los leyó de manera atropellada, como si se tratase de un discurso de informe de labores. Tampoco proporcionó con antelación los documentos necesarios para el análisis y discusión de los temas, lo cual imposibilitó un ejercicio real de deliberación. La sorpresa e incredulidad de las y los presentes no se hizo esperar, generando una serie de cuestionamientos que dejaron en evidencia el descontrol administrativo y el desconocimiento procesal de quien encabeza esta oficina.

No es la primera vez que se señala la actuación de este funcionario. A pesar de presumir formación académica en derechos humanos y haber aspirado a una magistratura en el estado, el perfil técnico y ético del servidor público ha sido ampliamente reprobado por diversos sectores. Rechazado por no cumplir los requisitos mínimos de evaluación, su aspiración quedó truncada; sin embargo, continúa aferrado al poder en una posición estratégica desde la cual ha sido acusado de abuso laboral, autoritarismo, violencia institucional y acoso contra el personal a su cargo, principalmente mujeres.

Lo más grave: se reporta que ahora intenta imponer el nombramiento de un nuevo funcionario proveniente también de la Ciudad de México, con quien mantiene una relación personal cercana. Esta práctica, además de reproducir el centralismo y el desplazamiento de perfiles locales, refuerza una lógica de cuotas personales que nada tienen que ver con el servicio público, la meritocracia ni la transformación de fondo que exige el momento político que vive Tamaulipas.

Frente a esta situación, voces ciudadanas, actores políticos y sectores de la administración pública han comenzado a exigir medidas urgentes:

La destitución inmediata del actual secretario técnico, por falta de probidad, ineptitud y abuso de funciones.

Una evaluación exhaustiva y pública de su desempeño y del entorno de protección institucional que lo sostiene.

Que se garantice que el Sistema Estatal Anticorrupción opere con plena legitimidad, profesionalismo y sin simulaciones.

Tamaulipas no puede tolerar que instancias fundamentales para el combate a la corrupción sean dirigidas por quienes reproducen las mismas prácticas que deberían erradicar. Tampoco es aceptable que se utilicen cargos públicos para satisfacer intereses personales o familiares, ni que se someta al funcionariado a ambientes laborales de violencia, miedo o abuso de poder.

El llamado es claro:
La transformación verdadera exige servidores públicos éticos, preparados, con arraigo y compromiso con esta tierra. La ineptitud no puede seguirse premiando.

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