Por: Redacción
Álamo, Veracruz.- A más de cuarenta y ocho horas del paso de las intensas lluvias que devastaron este municipio, Álamo continúa en estado de emergencia, sin suministro eléctrico, sin agua potable y con cientos de familias atrapadas entre el lodo y el aislamiento.
“La situación es crítica; hay colonias enteras que siguen bajo el agua, sin comunicación ni servicios básicos. Estamos trabajando sin descanso para atender a la población”, informaron autoridades locales, que coordinan esfuerzos con Protección Civil y cuerpos de rescate estatales.
En barrios como Aviación, López Mateos y comunidades vecinas, el agua no ha tenido salida. La geografía del lugar ha convertido la zona en una especie de “cazuela”, donde el líquido permanece estancado cubriendo viviendas completas. En algunos puntos, las aguas fangosas alcanzan los techos de las casas, mientras el olor a descomposición comienza a hacerse presente.
Sin electricidad ni señal telefónica, los habitantes enfrentan jornadas extenuantes para sacar el lodo de sus hogares. Muchos lo hacen con cubetas o improvisando palas, mientras esperan la llegada de alimentos, agua y medicinas. Aunque el apoyo institucional comenzó a fluir desde el fin de semana, los habitantes denuncian lentitud en la entrega de ayuda humanitaria.
En tanto, los cuerpos de emergencia mantienen operativos para localizar a personas desaparecidas y rescatar a familias que permanecen incomunicadas. El municipio ha solicitado refuerzos a las autoridades estatales y federales ante el riesgo sanitario que comienza a presentarse en las zonas más afectadas.
El panorama en Álamo refleja la magnitud del desastre que golpea al norte de Veracruz: calles convertidas en ríos, viviendas destruidas y una población que, entre el barro y la incertidumbre, resiste con dignidad y esperanza.