Por: Redacción
Austin, Texas.-
El corazón de Texas llora. Tras la devastadora crecida del río Guadalupe, ocurrida el pasado viernes, los esfuerzos de rescate y recuperación continúan, mientras el número de víctimas fatales sigue en aumento. Ochenta y cuatro personas han muerto en el condado de Kerr, entre ellas cincuenta y seis adultos y veintiocho niños.
Entre las víctimas más conmovedoras se encuentra un grupo de diez niñas del Camp Mystic, así como una consejera, todas ellas aún desaparecidas, pese a las labores ininterrumpidas de los equipos de búsqueda.
Desde el 4 de julio, diversos eventos de inundación en la región central de Texas han provocado la muerte de al menos ciento cuatro personas, según informes oficiales del estado. La tragedia se ha extendido por varios condados:
- 84 muertos en Kerr
- 7 en Travis
- 6 en Kendall
- 4 en Burnet
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) mantuvo hasta el domingo por la tarde una alerta de inundación repentina en al menos catorce condados del centro y sur de Texas, incluyendo Travis, Bexar, Comal, Guadalupe y Medina, donde se reportaron también afectaciones severas por el clima extremo.
El riesgo de nuevas lluvias ha puesto en pausa muchos esfuerzos de recuperación, mientras las autoridades confirman que más de 850 personas han sido rescatadas vivas de las zonas afectadas, especialmente en torno al cauce del río Guadalupe.
El saldo humano, todavía incompleto, deja ver la dimensión de una tragedia que ya forma parte de la historia más dolorosa del Hill Country texano.