Aumenta preocupación en El Paso por posible caos aéreo ante cierre del gobierno federal

7 Nov 2025 | Texas

Por: Redacción

El Paso, Texas.- La calma en el Aeropuerto Internacional de El Paso podría ser solo aparente. Aunque los vuelos siguen operando con normalidad, crece la inquietud entre los viajeros ante el riesgo de retrasos y cancelaciones si el cierre del gobierno federal —que ya suma treinta y siete días— se prolonga sin acuerdo en el Congreso.

“Las operaciones se mantienen gracias a los empleados federales esenciales que continúan presentándose a trabajar sin recibir sueldo”, declaró Tammy Fonce, portavoz de la Ciudad de El Paso, en información retomada por El Diario de El Paso.

Fonce añadió que las autoridades aeroportuarias se mantienen en comunicación constante con agencias federales y aerolíneas para anticipar cualquier directriz de la Administración Federal de Aviación (FAA), especialmente después de que se anunciara la reducción de vuelos en cuarenta de los principales aeropuertos del país.

Viajeros, entre la esperanza y la preocupación

Aunque en El Paso no se han registrado afectaciones directas, los pasajeros temen que los problemas comiencen en las conexiones.

“Mi vuelo a Nueva York tiene escala en Atlanta, y la aerolínea ya me advirtió que podría haber demoras.

Si se cancelan vuelos en los aeropuertos grandes, todo se puede complicar”, comentó la residente paseña Rosa García.

Para otros, como José Ramírez, que se dirige a Houston por motivos laborales, la situación es una ruleta: “Aunque aquí todo esté tranquilo, basta con que se retrase una conexión para que se desordene el itinerario.

Esto puede generar un verdadero caos”.

En espera de decisiones desde Washington

El Aeropuerto Internacional de El Paso permanece atento a cómo la FAA redistribuirá el tráfico aéreo en el oeste de Texas si el cierre continúa.

Mientras tanto, el personal esencial sigue laborando sin salario, sosteniendo operaciones críticas de seguridad y control aéreo.

La comunidad fronteriza mantiene la mirada en Washington, consciente de que una decisión política podría traducirse, en cuestión de horas, en salas de espera saturadas, vuelos cancelados y familias varadas.

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