Por: Redacción
Washington, D.C.-
Una de las alianzas más comentadas —y controversiales— de la política y la tecnología en Estados Unidos ha estallado en público. El presidente Donald Trump y el empresario Elon Musk se enfrentaron este jueves en un intercambio de acusaciones que ya provoca ondas expansivas en el ámbito gubernamental y corporativo.
Todo comenzó con una declaración del presidente Trump en su red social, donde insinuó que su administración podría revisar —y eventualmente cancelar— los múltiples contratos gubernamentales adjudicados a las empresas de Musk, incluido el ambicioso programa espacial de SpaceX.
“No hay espacio para quienes no respetan al país que les da contratos millonarios”, escribió el mandatario, sin mencionar directamente a Musk, pero dejando claro el destinatario.
La respuesta del magnate no se hizo esperar. Desde su cuenta en X, Elon Musk contraatacó de forma contundente: “Tal vez sea buen momento para que el público vea cuántas veces aparece el nombre de Donald Trump en los archivos Epstein”.
El comentario, en referencia a la red de contactos del difunto financiero Jeffrey Epstein, encendió aún más la polémica.
Mientras analistas debaten si se trata de una ruptura definitiva o un capítulo más en la relación turbulenta entre ambos personajes, lo cierto es que el episodio marca un giro drástico en las dinámicas de poder entre el gobierno federal y los gigantes tecnológicos.