Por: Redacción
Ciudad del Vaticano.-
Con precisión quirúrgica, una monumental logística se ha puesto en marcha en el corazón del Vaticano para dar inicio al cónclave, el proceso solemne y secreto que definirá al sucesor de San Pedro. A partir de las 16:30 horas del miércoles —14:30 GMT—, los 133 cardenales con derecho a voto se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir, entre ellos, al nuevo papa de la Iglesia católica.
“El cónclave no es solo una elección, es un acto de discernimiento espiritual profundo, capaz de cambiar el rumbo de la Iglesia… y del mundo”, han señalado fuentes vaticanas a Llamas Comunicación.
Desde la asignación de habitaciones en la Casa Santa Marta hasta los ornamentos que portará el futuro pontífice, todo ha sido preparado con absoluto detalle, bajo la mirada vigilante de la tradición milenaria.
La votación se mantendrá en secreto y continuará cuantas veces resulte necesario hasta que uno de los cardenales obtenga una mayoría de dos tercios. Solo entonces el humo blanco saldrá de la chimenea del techo de la Sixtina, anunciando al mundo: Habemus Papam.
El nuevo pontífice asumirá en un contexto global desafiante, marcado por crisis geopolíticas, tensiones internas en la curia y una creciente necesidad de reconectar con fieles en tiempos de transformación. El desenlace del cónclave podría tener repercusiones que trascienden las fronteras de la fe.