Nuevo Laredo está dispuesto a ser un nido de emplumados.
Luego que hace unos días tras la Asamblea de Presidentes de la Liga Mexicana de Beisbol se diera a conocer la petición de Rojos del Águila de salir de Veracruz, la posibilidad de que lleguen a esta ciudad es latente.
Juan José Zárate Quezada, presidente de la Comisión del Deporte, señaló que el interés de los dueños de la franquicia jarocha de moverse a esta frontera es cierto y que ya hubo un acercamiento con el gobierno municipal.
“Justo en estos días platicamos con el alcalde Enrique Rivas Cuéllar, así como con Samuel Lozano, director de Comunicación Social, y gente de beisbol, sobre el acercamiento de José Antonio Mansur, presidente de los Rojos del Águila para poder venirse a la ciudad”, dijo Zárate Quezada.
Desde diciembre, Mansur visitó la ciudad y las instalaciones del Estadio Nuevo Laredo constatando las buenas condicions en las que se encuentra. En aquella ocasión, tenía la intensión de comprar la franquicia de Broncos de Reynosa y traerlos a Nuevo Laredo, pero los Presidentes de la LMB decidieron apostar por León para convertirse en Bravos.
“Hace ocho meses el caso era más complejo, era otra franquicia y con el tiempo en contra, ahora es su franquicia y el gobierno municipal está abriendo las puertas a todos los empresarios que quieran venir a invertir y que mejor la posibilidad de tener de vuelta a los Tecolotes de Nuevo Laredo”, agregó.
El gobierno municipal no comprará ninguna franquicia, pero sí dará las facilidades para la posible llegada de un equipo, otorgando servicios públicos, seguridad, estímulos fiscales y una carta compromiso, en la cual se comprometen a apoyar el proyecto.
“Es posible que en los próximos días gente de Veracruz esté en la ciudad para hacer formal sus intenciones de mudarse y llevarse la carta compromiso, la cual podrán presentar en la siguiente Asamblea de la Liga”.
“No queremos adelantarnos, pero la posibilidad del regreso del beisbol es latente, incluso mayor que hace meses, es algo que deseamos y que sabemos la afición de ambos Laredos ha pedido”, concluyó Zárate.
Nuevo Laredo es conocida a nivel nacional como una plaza beisbolera, llena de historia y tradición que ahora podría vivir nuevas glorias con las generaciones que no pudieron disfrutar la euforia por los Tecolotes.