Por: Raúl S. Llamas
La NFL 2025 ha entrado en zona de turbulencia. La octava semana no es cualquier punto del calendario: es donde los pretextos se terminan y la tabla empieza a mostrar su verdadero rostro.
Lo que antes era promesa ahora se mide en yardas reales, y los equipos dejan de “ajustar” para convertirse en lo que son: contendientes… o ilusiones efimeras.
El cambio generacional es evidente. Ni la AFC ni la NFC tienen hoy un dueño claro.
Las dinastías se agrietan, las potencias dudan, y los nuevos líderes aún buscan su identidad.
Baltimore y Chicago ejemplifican este cruce de eras.
Los Ravens, símbolo de solidez durante dos décadas, enfrentan una transición que amenaza con diluir su sello defensivo; mientras que los Bears, tras años de reinvención, comienzan a construir algo que parece —por fin— sostenido en el tiempo.
La vieja escuela y la nueva sangre se cruzan en un duelo que, más que táctico, es simbólico. Hasta parece que podríamos ver al propio Earl Campbell recibiendo un pase de J.J. McCarth.
En otra cancha, New England volvió a la conversación. Con marca de 5-2 y el calendario más amable de la liga, los Patriots parecen haber recuperado su ADN competitivo.
Si vencen a Cleveland, estarán muy cerca de sellar su regreso a los Playoffs.
El novato Drake Maye enfrenta su examen más difícil ante una defensiva que encabeza la liga en capturas y presión al quarterback.
Del otro lado del espectro, los Jets se hunden. Son, con diferencia, el peor equipo de la liga: ofensiva inoperante, sin Garrett Wilson, y una defensiva que resiste pero no sostiene.
No hay fórmula que resuelva la falta de dirección ni la ausencia de estructura. Ni siquiera los trece puntos del rival fueron suficientes para ganar las últimas dos semanas.
Buffalo, en cambio, respira aire distinto. Josh Allen ha tenido altibajos, pero su brazo sigue siendo una amenaza constante.
Los Panthers, con un aguerrido Bryce Young, son un equipo que no se rinde, aunque jugar en Orchard Park rara vez perdona errores. Será una tarde larga para Carolina.
En la costa oeste, los Texans visitan a los 49ers. El novato CJ Stroud ha sorprendido, pero la defensiva de San Francisco luce lista para recordarle que las élites siguen siendo eso: élites.
Los suplentes del equipo californiano han respondido, y el orden institucional de los Niners sigue siendo ejemplo en toda la liga.
El domingo por la noche llega con un clásico moderno: Steelers vs Packers. Ambos lideran sus divisiones y se miden en un duelo que trasciende estadísticas. Pittsburgh, fiel a su carácter defensivo, enfrenta a un Green Bay que ha recuperado su equilibrio ofensivo. Será uno de esos partidos que marcan rumbo y definen la confianza.
Y el telón caerá el lunes con Chiefs contra Commanders, un encuentro que pondrá bajo la lupa a una Kansas City que ya no impone como antes, pero sigue siendo referencia.
Mahomes tiene aún la llave del espectáculo, pero su ofensiva ya no asusta igual. Washington, sin reflectores, busca ser la sorpresa de la semana.
La NFL 2025 está en plena metamorfosis. Los nombres cambian, los esquemas se reinventan y la paridad domina.
Las leyendas no se jubilan, pero el relevo ya toca la puerta. Es la liga donde el pasado pesa, el presente exige y el futuro se escribe jugada a jugada.
Porque aquí, Dentro del Emparrillado, nadie tiene garantizado el siguiente domingo.
¡TOUCHDOWN!


