Por: Redacción
Foxborough, Massachusetts.- Los New England Patriots enviaron un mensaje contundente a la NFL al cerrar la Semana 17 con una victoria aplastante de 42-10 sobre los New York Jets, un resultado que no solo reafirma su dominio divisional, sino que fortalece la narrativa de un nuevo proyecto en franca consolidación.
«Estamos construyendo algo especial y este tipo de partidos confirman que vamos por el camino correcto”, se escuchó en el entorno del vestidor tras una primera mitad prácticamente perfecta.
El gran protagonista de la tarde fue el mariscal de campo de segundo año Drake Maye, egresado de la Universidad de Carolina del Norte, quien firmó una actuación histórica al lanzar cuatro pases de anotación en la primera mitad, para darle a Nueva Inglaterra una ventaja de 35-3 al llegar al descanso ante sus rivales del Este de la AFC.
La marca no es menor dentro de la historia reciente de la franquicia. Algo así no ocurría desde 2014, cuando Tom Brady logró la misma hazaña frente a los Chicago Bears en la Semana ocho de aquella temporada, encuentro que terminó con triunfo patriota por 51-23.
Más allá del marcador, el desempeño de Maye refuerza la confianza de la organización en haber encontrado a su nuevo líder bajo el centro.
Precisión, lectura de coberturas y eficiencia en zona roja fueron factores clave que desarticularon por completo a la defensiva de los Jets.
Con este cierre de campaña, los Patriots comienzan a perfilar lo que podría ser una etapa de transición acelerada rumbo a 2026. Si el joven mariscal mantiene esta curva de crecimiento y el equipo logra complementar su ofensiva con solidez defensiva, Nueva Inglaterra no solo aspira a competir, sino a reinstalarse como un contendiente serio dentro de la Conferencia Americana.
El mensaje es claro: el proyecto avanza, el talento responde y en Foxborough el futuro ya no se discute en potencial, sino en resultados.


