Por: Raúl S. Llamas
Laredo, Texas.- El retiro del asta bandera y de la antigua plaza Barkley no solo marca el cierre de un capítulo simbólico en la historia urbana de Laredo, sino que abre la puerta a un nuevo proyecto de carácter comercial en uno de los puntos más transitados de la ciudad, a escasos metros del cruce internacional Puente Internacional Juárez-Lincoln.
«Se trata de una obra nueva de inversión privada que transformará por completo el uso del predio ubicado en la cuadra 600 de la calle Matamoros”, de acuerdo con registros oficiales del Texas Department of Licensing and Regulation, donde ya se encuentra inscrito el proyecto para la construcción de una tienda de conveniencia.
El desarrollo contempla la edificación, desde cero, de un establecimiento de una sola planta con una superficie aproximada de cuatro mil 889 pies cuadrados, con una inversión estimada en un millón 200 mil dólares, y un calendario de obra que prevé su inicio en junio de 2026 y conclusión a principios de 2027.
El proyecto aparece registrado bajo el nombre comercial de Stripes, marca ampliamente conocida en el sur de Texas, y será ejecutado en un terreno de propiedad privada que anteriormente albergó una sucursal bancaria hoy fuera de operaciones.
La decisión de desmontar el conjunto conmemorativo respondió tanto al deterioro del inmueble como a la redefinición del uso del suelo en esta zona estratégica del corredor fronterizo.
Durante varios días, cuadrillas especializadas realizaron el desmantelamiento del mástil bajo estrictos protocolos de seguridad, debido a la altura y peso de la estructura, que por años fue uno de los elementos más visibles del paisaje urbano de Laredo.
La plaza Barkley fue inaugurada a inicios de la década de los dos mil como un espacio de homenaje a David B. Barkley, soldado originario de Laredo que murió en 1918 durante la Primera Guerra Mundial mientras realizaba una misión de reconocimiento en Francia.
Barkley fue condecorado de manera póstuma con la Medalla de Honor, convirtiéndose en uno de los militares de origen hispano más reconocidos en la historia del Ejército de Estados Unidos.
El sitio fue concebido como un punto cívico y conmemorativo, con símbolos patrios, placas y elementos escultóricos que reforzaban la memoria histórica del héroe laredense y su vínculo con la comunidad fronteriza.
Con el arranque del nuevo proyecto comercial, la zona pierde un referente histórico, pero se integra a una dinámica de renovación urbana impulsada por la actividad económica y la cercanía con uno de los cruces internacionales más importantes de la frontera norte.


