Por: Raúl S. Llamas
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-
En Mar-La, los días comienzan con olor a café de olla, tortillas recién hechas y el sabor tradicional de la cocina neolaredense.
Hace 33 años, el 10 de mayo de 1992, Laura Zárate Quezada abrió las puertas del primer Mar-La en Jesús Carranza casi esquina con Arteaga, sin imaginar que ese pequeño restaurante se convertiría en una tradición fronteriza.
“Mar-La nació de mi hogar y de mi cocina. Yo solo quería que la gente desayunara como en familia, bien servido y con cariño”, recuerda Laura Zárate, mientras celebra hoy la expansión de su sueño con una nueva sucursal que ya es referente en la ciudad.
Prolongación Monterrey: el nuevo corazón de Mar-La
El pasado mes de febrero abrió sus puertas el más reciente Mar-La, ubicado en Prolongación Monterrey 5005.

Un espacio amplio, luminoso y acogedor, que en pocos meses se ha convertido en punto de reunión para familias, empresarios y estudiantes.
Aquí, el olor a chilaquiles recién salidos de cocina, las tortillas de harina y el trato cálido del personal crean una experiencia que sabe a tradición.
La cocina mantiene el sello de siempre, pero con una operación más moderna, eficiente y lista para atender a decenas de mesas a la vez… Sin perder el sabor casero.
Platillos que son historia y apetito
En la nueva sucursal, como en todas, el menú no cambia —porque lo bueno no se toca—, pero sí se perfecciona:
- Chilaquiles con huevo, rojos o verdes, con crema fresca, queso rallado y salsa con la textura perfecta entre molcajete y tradición.
- Chilaquiles con pollo o estilo Don Chema, bañados en carne de res guisada lentamente, que huele a cocina familiar de domingo.
- Machacado natural, acompañado de frijoles refritos, papas y tortillas de harina.
- Huevos rancheros, con chorizo, tocino, salchicha o estrellados, con salsas que despiertan sin lastimar.
- Migas con huevo, suaves pero bien doraditas, sazonadas con tomate, cebolla y esa receta que no se enseña… se hereda.
- Menudo de los domingos, con chile de árbol, limón, orégano y tradición en cada sorbo.
Un legado que sigue creciendo
La nueva sucursal de Prolongación Monterrey es ya la octava de Mar-La, y no será la última.

Están en preparación tres más: una en Villas de San Miguel, otra cerca de Carretera Aeropuerto y una más en la colonia Voluntad.
Pero más allá de los nuevos locales, Mar-La sigue siendo lo que siempre ha sido: comida honesta, atención cálida y un abrazo en forma de desayuno.


