Por: Redacción
Austin, Texas.-
Autoridades del estado de Texas enfrentan una de las emergencias más devastadoras de los últimos años, luego de que intensas inundaciones repentinas dejaran al menos ciento nueve personas fallecidas y 161 desaparecidas, muchas de ellas en la región montañosa conocida como Hill Country.
El gobernador texano, Greg Abbott, confirmó que los datos preliminares corresponden a reportes acumulados en diversos condados afectados, donde equipos de emergencia y cuerpos de búsqueda continúan operando bajo condiciones climáticas adversas.
“Estamos concentrando todos los recursos disponibles para localizar a los desaparecidos, brindar asistencia inmediata a las comunidades afectadas y garantizar la seguridad de quienes permanecen en zonas vulnerables”, indicó Abbott al dar a conocer el balance de la situación.
La cifra de fallecidos fue actualizada por autoridades estatales en la tarde de este martes, mientras continuaban las labores de rescate en áreas rurales y urbanas, muchas de ellas con caminos colapsados, servicios interrumpidos y evacuaciones forzadas.
La región de Hill Country, un área de gran valor natural y turístico, se ha visto particularmente afectada por el desbordamiento de ríos y arroyos que arrasaron con viviendas, vehículos y estructuras comunitarias.
Las autoridades locales han hecho un llamado a la ciudadanía para evitar desplazamientos innecesarios y mantenerse informados a través de canales oficiales, mientras continúan desplegándose recursos de la Guardia Nacional y personal de gestión de emergencias.
Texas vive así un episodio que, según los pronósticos, podría marcar un antes y un después en la preparación ante fenómenos meteorológicos extremos en la región sur de Estados Unidos.